CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANOCENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. FEDERICO-5 de junio de 1898

FEDERICO-5 de junio de 1898.POR LA POETA GLORIA CEPEDA VARGAS


FEDERICO-5 de junio de 1898

Gloria Cepeda Vargas
El 5 de junio de 1898 nació en Fuente Vaqueros, pueblo situado cerca de Granada, Federico García Lorca. Es decir, que si viviera, tendría más de un siglo de existencia. En alguno de esos diálogos sostenidos con el público sobre lo que representó su vida y su muerte, alguien me apuntó que lo habían asesinado por comunista, por gitano y por homosexual. De estas tres afirmaciones la única digna de crédito, es la última. No era gitano ni comunista y sí un homosexual reconocido.
A pesar de que vistió de gala a los gitanos del Romancero y convirtió las mataduras de ese pueblo tribal y mísero en claveles morenos, nunca admitió sangre ni herencia gitanas. Todos los protagonistas de los romances lorquianos, son bellos y viriles. Antoñito el Camborio “anda despacio y garboso” por el camino de Sevilla. Su voz “de clavel varonil” grita del otro lado de la vida. Y las mujeres del Romancero, hembras atormentadas casi que por herencia, tienen una belleza visceral que espanta. El Romance de la Pena Negra, grita, corre, se arrastra en el desgarramiento de los huesos y las vísceras de la gitana Soledad Montoya, macerados por siglos de abandono. Ésa no es Soledad, es Federico. No son sus “dos trenzas por el suelo de la cocina a la alcoba”. Es el lastre de vivir a media luz, tan elocuente en los Sonetos del Amor Oscuro. El olor “a caballo y a sombra” de los primeros versos del poema, trasciende el límite de la metáfora y se mete en las narices desprevenidas. No obstante, Federico, autor de la más bella apología de la raza gitana, nunca aceptó llevarla en la sangre.
¿Lo mataron por comunista? Jamás militó en el Partido Comunista Español ni en ningún partido político. Como sus compañeros de la Generación del Veintisiete, sabía lo que quería: una España laica, no confesional, una República, no una monarquía y a esta causa sirvió con pasión. Sus múltiples talentos montaron guardia sin desfallecer en cada manifiesto, en cada reunión, en cada expresión de vanguardia política y cultural realizada por sus amigos. Sin embargo, se molestaba cuando Pablo Neruda lo urgía para que se afiliara al Partido Comunista Español. A diferencia de Miguel Hernández o de Rafael Alberti, no fue un comunista militante.
¿Lo asesinaron por homosexual? En esa época, España era un ejemplo de esa mezcla de iglesia y cuartel que tanto daño ha hecho a los pueblos del mundo. Si a esto añadimos la ignorancia crasa de la derecha gobernante, el hecho de que Federico fuera homosexual, puede haber inclinado la balanza en su contra. Pero no creo que esto haya sido factor decisivo en la perpetración del crimen.
Cuando huyendo de los cuervos agoreros, viajó de Madrid a Granada y se refugió en casa de sus amigos los Rosales, pertenecientes a la falange española, lo hizo creyendo que ahí estaría seguro. Se equivocó. La tarde del 16 de agosto de 1936, con un operativo militar abrumador, fue detenido. Ramón Ruiz Alonso, un torvo personaje que sentía por el poeta una mezcla de desdén y de envidia, fue el encargado de sacarlo esposado de la casa donde se refugiaba. A partir de ahí, las hipótesis menudean. Se conoce que estuvo preso en Granada unos dos días y luego trasladado a la Colonia, edificio convertido en sala de espera de los condenados a muerte. Se supone que fue fusilado en Viznar, aunque a pesar del exhaustivo rastreo realizado en la zona, sus restos nunca se encontraron.
El crimen perpetrado contra una de los talentos más deslumbrantes con que cuenta la moderna poesía de habla castellana, fue producto de diversas circunstancias. Federico poseía una personalidad avasalladora. De él dijo Luis Buñuel, su compañero en la Residencia de Estudiantes de Madrid: “Cuando él estaba presente, no hacía frío ni hacía calor, hacía Federico”.
Quizá el hecho de haber escrito un teatro de índole contestataria donde La Casa de Bernarda Alba denuncia sin cortapisas los desmanes de la clase dirigente, haya contribuido a firmar su sentencia de muerte. Hubo una serie de circunstancias, donde lo retardatario del pensamiento y la carencia social de norte político, se confabularon para eliminarlo. Muy caro pagó el precio de pensar y actuar con inteligencia. No en balde a pesar de los años transcurridos, Federico García Lorca sigue siendo el poeta de habla castellana más visitado y traducido.

GLORIA CEPEDA VARGAS